Algo más que lámparas. El portarrollos de cocina.

Durante el verano del 2020 me dediqué a fabricar algunos muebles y accesorios para el piso, y entre ellos está un portarrollos de papel de cocina en madera y cemento. Quería incorporar este material porque su color gris inerte y mate complementa muy bien con otros elementos que tengo en la cocina, y además me apetecía trabajar con él y todo lo que ello implica, aprendiendo a hacer las mezclas y los moldes. Igualmente, la ventaja de utilizar el cemento para la base del portarrollos es que es un material denso, por lo que va a pesar mucho y va a hacer que cuando tire del papel el rollo no se mueva o vuelque.

Portarrollos de cocina CROO recién terminado
Portarrollos de papel de cocina CROÓ

El principal reto que me encontré a la hora de fabricar esta pieza fue la unión entre la madera y el cemento sin utilizar ninguna unión atornillada o pegamento, y eso implicaba la incorporación del listón de madera dentro del molde del cemento y de su proceso de curación.

  • Preparación del listón de madera. 

Partiendo de un listón de madera de haya de 30 milímetros de diámetro y 1 metro de largo, corto un tramo de 290 mm, que es una distancia ligeramente superior al ancho del rollo de papel.  Tras ello, lijo y barnizo el listón y como adorno le pongo un clavo de cobre en la parte superior. 

Lijado del listón del portarrollos
Lijado del listón
Listón ya terminado, tras el lijado y con el clavo de cobre
Listón preparado
  • Pruebas con el cemento. 

Era la primera vez que trabajaba con cemento o mortero, así que realicé tres pruebas con distintas proporciones para entender mejor el acabado y color final y también su tendencia al agrietamiento. Los materiales que compré fueron:

La composición de las tres muestras fueron:

    • Muestra A: solo cemento.
    • Muestra B: 3/4 partes de mortero y 1/4 parte de cemento.
    • Muestra C: solo mortero.

La cantidad de fibras en las muestras fue semejante, siguiendo las indicaciones del fabricante. Sobre la cantidad de agua, la verdad es que no la controlé: fui echando poco a poco en cada caso hasta tener una masa espesa y uniforme.

Diferentes muestras de cemento y mortero tras la aplicación en el molde
Muestras de distintas mezclas de cemento y mortero sobre moldes de plástico

En la siguiente imagen se pueden ver los distintos colores de cada muestra una vez desmoldadas y secas, debido al porcentaje de cemento en cada una.

Muestras desmoldadas y secas
Resultado de las muestras

Me di cuenta que hay mucha diferencia de rugosidad entre las superficies de la muestra que están en contacto con el molde y la superficie que está en contacto con el aire. Esto es muy importante a la hora de plantear los moldes, ya que hay que hacerlos de tal forma que las caras visibles de la pieza de cemento terminada sean las que están en contacto con el molde durante el proceso de curado.

Superficie de la muestra en contacto con el aire. Muy rugosa.
Superficie en contacto con el aire
Superficie de la muestra en contacto con el molde. Muy buen acabado.
Superficie en contacto con el molde
  • Integración entre el listón de madera y la base de cemento. 

Con el fin de conseguir la unión entre el listón y la base de cemento, lo que hice fue fijar unos clavos en el listón, de tal forma que luego éstos quedasen dentro de la masa de cemento. Dado que necesitaba unos clavos grandes por el diámetro que iba a tener la base, realicé unos taladros en el listón para reducir el riesgo de apertura de la madera, y además los uní con un alambre para ganar algo de rigidez entre ellos.

Para que las caras vistas del portarrollos estuvieran en contacto con el molde y así conseguir un mejor acabado en ellas, la única forma que se me ocurrió fue colocar el listón por debajo del molde, y echar el cemento por la parte superior. Lo planteé así:

  • La altura del molde debe ser la misma que la de la base, para facilitar la aplicación del cemento.
  • Tuve que realizar un agujero en la base del molde para pasar el listón.

A continuación muestro unas imágenes del proceso de creación del molde, del montaje del listón dentro del molde y de la aplicación del cemento

Dimensiones del portarrollos

Dado que era verano, hidraté el cemento durante las horas de más calor aplicándole algo de agua de vez en cuando, para que las posibilidades de agrietamiento se redujeran. Tras 24 horas de la aplicación del cemento, lo desmoldeé. Aquí se puede ver la diferente tonalidad entre el mortero todavía húmedo y el ya curado, tras 72 horas.

Base tras el desmoldado
Portarrollos de cocina CROO recién terminado
Base curada

Con la base curada, lijé la superficie inferior (la que quedó al aire durante el curado) para alisarla ligeramente y luego apliqué un sellador de superficies porosas para que el cemento no soltara polvo con el tiempo. Tras ello, pegué cuatro lágrimas autoadhesivas de silicona en la base y así evitar el contacto entre el cemento y la encimera.

Lijado de la base
Lágrimas de silicona

Y este es el resultado final, con el papel y todo. Espero que haya sido ilustrativo, y si os surge algún tipo de duda, ¡no dudéis en contactarme!

Portarrollos de cocina CROO con papel
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